Higiene sin h muda: hablemos de infecciones íntimas sin rodeos

Desde que somos pequeñas a las mujeres nos enseñan cosas que, en palabras de nuestras mamás, tías o abuelas, son señales de que eres una “niña decente”. Aprendemos a guardar secretos sobre nuestra vida, nuestras necesidades y sobre todo, aprendemos a callar lo que pasa en nuestro cuerpo y más cuando se trata de salud íntima. ¿Quién no ha sentido vergüenza de preguntarle a otra mujer si tiene una toalla o ha tenido que quedarse callada cuando una infección íntima llega?

Es momento de dejar de lado nuestros paradigmas, todos nuestros tabúes y decir las cosas como son: las infecciones íntimas son normales, más comunes de lo que todos creemos y sí, podría pasarte a ti.

Hablemos claro

La candidiasis vaginal es una de las infecciones íntimas más comunes y es causada por un hongo:
Candida albicans. Un hongo que está presente en pequeñas cantidades y de manera natural en nuestro cuerpo. El equilibrio de la microbiota natural de nuestra zona íntima y el sistema inmune, impiden que el hongo se multiplique y produzca una infección, pero cuando tu sistema inmune está debilitado y existen factores de riesgo, es muy probable que la cándida crezca y se dé una infección.

¿Cúales son
estos factores?

Cosas tan comunes como usar un jabón perfumado, ropa ajustada o húmeda por mucho tiempo (por ejemplo cuando te quedas un buen rato con el traja de baño mojado), los materiales sintéticos en la ropa interior y sí, la falta de higiene, pueden detonar una infección. Pero cosas que no creerías como la diabetes, obesidad, el embarazo e incluso el uso de algunos antibióticos, también podrían producirla.

¿Qué puedo hacer para prevenirlas?

Empieza por cambiar tu rutina de limpieza: deja el jabón perfumado que normalmente usas para el resto de tu cuerpo y limpia tu zona íntima con un jabón íntimo sin perfumes, sal o ingredientes sintéticos, por uno hipoalergénico y de ingredientes naturales como Dedicado a ti by Candiflux®, que está especialmente creado para tu zona íntima.

También es importante que aprendas a identificar los factores de riesgo que ya te contamos antes y asegúrate de que tu ropa interior esté hecha con algodón. Si tienes más dudas lo mejor es que acudas con tu ginecólogo para que te oriente y lo más importante:

No temas hablar sobre las cosas que pasan en tu cuerpo,
¡porque si es Dedicado a ti, es fácil sentirse fresca y protegida!